El mejor regalo paras nuestras
madres no son las ofrendas comerciales.
Los regalitos materiales sólo son
baratijas compradas en el mercado.
El mejor regalo se trae en el corazón.
El mejor regalo se trae en el corazón.
El mejor regalo es el amplio
reconocimiento de la labor que ha hecho
nuestra madre por cada uno de nosotros.
nuestra madre por cada uno de nosotros.
Nosotros los hijos debemos reconocer
que nuestras madres pudieron
haber cometido errores, pero fueron errores mediados por la ignorancia,
nunca por el interés o la maldad, o por alguna otra circunstancia de la
vida.
haber cometido errores, pero fueron errores mediados por la ignorancia,
nunca por el interés o la maldad, o por alguna otra circunstancia de la
vida.
Un hijo debe respetar a su madre
como algo sagrado, y, por supuesto,
no sólo el día 10 de Mayo, sino todos los días de nuestra vida. Cada minuto,
cada momento.
no sólo el día 10 de Mayo, sino todos los días de nuestra vida. Cada minuto,
cada momento.
Esta responsabilidad no finiquita
cuando nuestra madre ha muerto,
como desgraciadamente es mi caso (vaya un sincero reconocimiento
para ella de mi parte).
Nuestra memoria debe guardar siempre el recuerdo amoroso de nuestra
madre y nunca manchar su honra.
como desgraciadamente es mi caso (vaya un sincero reconocimiento
para ella de mi parte).
Nuestra memoria debe guardar siempre el recuerdo amoroso de nuestra
madre y nunca manchar su honra.
¡Ese es el mejor regalo para
nuestras madres!
Démosles, sí, un ramo de flores o un
anillito de oropel o una licuadora o una
salida a comer en este cálido día 10 de Mayo, pero el resto de los días, el
resto de las horas, el resto de los minutos, todo el tiempo, todo el año,
démosles nuestro más profundo respeto, nuestro más grande amor, tratémoslas
como a un ser humano valioso y no como un mueble viejo que ha dejado de servir;
recordemos que la experiencia se gana con el vivir de los años.
¡Bien que se lo merecen!
salida a comer en este cálido día 10 de Mayo, pero el resto de los días, el
resto de las horas, el resto de los minutos, todo el tiempo, todo el año,
démosles nuestro más profundo respeto, nuestro más grande amor, tratémoslas
como a un ser humano valioso y no como un mueble viejo que ha dejado de servir;
recordemos que la experiencia se gana con el vivir de los años.
¡Bien que se lo merecen!
Muchas gracias por su atención,
espero les haya agradado este pensamiento
y como siempre les deseo a todas las madres el mejor deseo que se puede
ofrecer: el deseo de que sean tan felices como ustedes mismas lo decidan.
y como siempre les deseo a todas las madres el mejor deseo que se puede
ofrecer: el deseo de que sean tan felices como ustedes mismas lo decidan.
“Ni golpes que duelan, ni palabras
que hieran” “Eduquemos con ternura”
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