domingo, 13 de octubre de 2013

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Inmaduros
Recuerdo a un médico amigo que iba cada semestre al gimnasio del Tec.
Ahí inscribíamos alumnos, antes de la bendita computadora.
Acompañaba a su hija y la guiaba en la formulación de sus horarios.
No asimilaba que su hija tenía veinte años de edad y se veía apenada por el trato.
De buena fe, a veces nos olvidamos que los hijos crecen y maduran.
Que somos los padres quienes los necesitamos permanentemente inmaduros.
Hasta que ellos se rebelan, a la buena y comedidamente, o a la mala.
Lo ideal, como dice la canción, es ser sólo "el viento bajo sus alas".
jvillega@rocketmail.com

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