Conmovedor texto de despedida escrito por Francisco Alanís, mejor conocido como “Sopitas”, a su pequeño hijo Lucas, recién fallecido.
El significado del nombre Lucas es “hombre de luz”, y luz es lo que trajo a nuestra vida.
Lucas nos enseñó a sonreír todos los días Nos hizo sacar una fuerza que ni nosotros sabíamos que teníamos.
Lucas nos enseñó el verdadero significado de la empatía.
Lucas llenó de amor, luz y sonrisas a cada persona que lo conoció.
Lucas con apenas días. Meses de vida, luchó más batallas de las que nosotros hemos luchado en nuestra vida, y siempre lo hizo con una sonrisa.
Dicen que para criar un niño se necesita una aldea, y Lucas tuvo su aldea, su red de apoyo y amor. Desde sus papás, sus abuelos, enfermeras, doctores, tíos, primos tíos, amigos, etc. Son tantas personas con las cuales estamos agradecidos y conmovidos por sus muestras de cariño, que sería imposible mencionar a todos.
Gracias Kike, Emilio, Sergio, Claudia, Mami y Eva, que hicieron todo lo humanamente posible por sacar a Lucas adelante. Nos regalaron un Lucas sonriente y cachetón.
Es curioso que nuestra lucha siempre fue contra su padecimiento OEIS y el catéter, pero su batalla final fue contra una bacteria muy agresiva que no vimos venir.
Lucas es Luz.
Lucas es amor.
Lucas es la enseñanza de luchar sin importar pronósticos, y siempre sonreír.
Lucas es hoy un angelito y una estrella que guiará nuestros caminos.
A Lucas le gustaba sonreír, hacer trompetillas y sobre todo aplaudir, y no hay mejor forma de recordarlo, que con un aplauso y muchas sonrisas.
Por siempre Lucas.
Gracias Kike, Emilio, Sergio, Claudia, Mami y Eva, que hicieron todo lo humanamente posible por sacar a Lucas adelante. Nos regalaron un Lucas sonriente y cachetón.
Es curioso que nuestra lucha siempre fue contra su padecimiento OEIS y el catéter, pero su batalla final fue contra una bacteria muy agresiva que no vimos venir.
Lucas es Luz.
Lucas es amor.
Lucas es la enseñanza de luchar sin importar pronósticos, y siempre sonreír.
Lucas es hoy un angelito y una estrella que guiará nuestros caminos.
A Lucas le gustaba sonreír, hacer trompetillas y sobre todo aplaudir, y no hay mejor forma de recordarlo, que con un aplauso y muchas sonrisas.
Por siempre Lucas.
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