Ha sido el tiempo de los llantos solos
De los dolores acallados desde una cama de hospital
entre tubos y sueros. Desde la playa maldita
que enmarca un océano sin fondo. Es el tiempo
Del aislamiento estéril que parte en dos el alma
El de los hombres isla, náufragos
De la falta de abrazos. La consigna:
No abrazarnos para no morir. Es el tiempo
Del no contacto. Amar es de alto riesgo
Es hora de envolvernos cada uno
en su capullo propio
Dormir una larga siesta mientras llega la noche
Es sueño a duermevela, los ojos entreabiertos
Con miedo a que la luz de la verdad nos enceguezca
Llega el alba, la luna madre se aleja de puntillas
Y el silencio prepara el grito nuestro de cada día
El nacimiento de hoy parece regalarnos
Una cuota de tiempo de veinticuatro horas
Mañana Dios dirá, o la ciencia dirá,
O la economía echará la suerte en un volado
O dirá mi corazón cansado por la espera
Una vez más
Envuelta en un capullo mientras llega la noche.
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