domingo, 9 de marzo de 2025

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Día de la mujer, día no de festejarnos tan solo por serlo, porque finalmente no lo elegimos, día de reconocer la lucha de aquellas que nos han antecedido y han allanado el camino, camino que ahora tenemos más conciencia de cómo recorrerlo sorteando las injusticias, luchando por nuestros derechos que ahora tenemos claro son los mismos que el hombre, reconociendo la fortaleza y virtudes que poseemos, que la dignidad no tiene género, que merecemos ser respetadas y evaluadas por nuestros actos, aptitudes y desempeño en cualquier ámbito en que nos desarrollemos, sin discriminaciones, sin menoscabo alguno de nuestro valor, dejando de una vez por todas la concepción de considerarnos el sexo débil.

Débiles los argumentos para sostener esta idea que nos estigmatizó por tantos años y de la que fuimos víctimas para aceptar el papel que se nos impuso, sin tener más remedio que aceptarlo.

Hoy no es día para recibir felicitaciones es día de hacer conciencia, de reconocimientos a nuestras líderes de antaño, a nuestras abuelas, a nuestras madres, madres que como la mía tuvo que optar por dedicarse a ser ama de casa y renunciar a su labor como maestra, pero que nos impulsó a sus hijos e hijas sin hacer diferencia alguna a lograr ser independientes y a no cifrar en las mujeres tan solo la concepción de llegar a un matrimonio, siempre infundiéndonos el ideal de tener una profesión, un oficio, y que nuestras elecciones no fueran llevadas por la intención de una dependencia económica, Gracias madre, de ideas vanguardistas, por ofrecernos un hogar con igualdad de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres.

Cada una de nosotras las mujeres, tenemos nuestra historia, nuestras batallas, nuestras derrotas y triunfos. Hoy celebro a aquéllas que no pierden la por las primeras y que no se ensoberbecen por sus conquistas, por aquellas que no cejan en su continua lucha por alcanzar sus metas, por proteger su identidad, su integridad, la de aquellos que dependen de ella, sin perder de vista que no están solas, y que la unión entre nosotras es indispensable para alcanzar de una vez por todas, para las generaciones actuales y las futuras, un mundo donde avancemos hombro a hombro con el hombre.

Un día como hoy, hace 117 años una tragedia donde mueren decenas de mujeres costureras que exigían justicia laboral perdieron la vida, como ellas muchas mujeres más en todo el mundo han luchado y siguen haciéndolo por alcanzar esa equidad de género que ahora ya no está tan distante como entonces. Unamos conciencias y corazones, mujeres y hombres, que queden atrás los estigmas machistas que son denostación e insulto.

Hoy es día de reconocimiento, agradecimiento a esas mujeres de ayer, de hoy, que enarbolan la dignidad femenina desde su trinchera, cualquiera que esta sea.

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