SUEÑOS Y MEMORIAS
Hay mañanas como esta, cuando las memorias entran por la
ventana y comienzan a revolotear cual inquietas golondrinas sobre mi cama.
Son momentos que
palpitan en la penumbra del amanecer,
cuando el cerebro –confundido—no alcanza a distinguir el ayer del tiempo presente.
Y me hace pensar
que sigues aquí a mi lado, y que en cualquier momento, al estirar el brazo, voy
a sentir con mi mano tu cálida respiración.
Cuando la
claridad del día se va colando por mi habitación, comienza a imponerse el rigor de la verdad. Fuerzo a cerrar mis párpados como deseando
retomar el sueño.
El presente se manifiesta con sus ruidos secos,
sus severas rigideces…La frontera entre el deseo y la realidad marca sus
límites.
Guardo una
pequeña dosis de ilusión para tomármela en la noche antes de cerrar los ojos, con un vaso de agua de azahar, como perlas para el buen dormir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario