Presente
A fines de siglo nos preocupaba el mundo que estaríamos dejando a los hijos.
Cesó esa preocupación. Ahora nos aterra el presente que les ofrecemos.
Un mundo de capitales volátiles, de desempleo felón y traicionero.
Ciudades estranguladas por los vicios y por el crimen organizado.
En conciencia ¿Puede usted prometerles a los hijos que esto va a cambiar?
Que volverán los días de caminar tranquilo por la calle.
O que la corrupción algún día va a ceder y la ley de la verdad mandará.
Sólo nos queda educarlos para resistir al Mal y apostar tercamente al Bien.
jvillega@rocketmail.com
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