Los seres amados que se han adelantado dejan parte de su ser en cada uno de nosotros; sus gustos, sus amores, sus pasiones. Así recuerdo hoy a Melita, mi madre, y su fascinación por los caballos al galope. Ante una vista tal tomaba su block de dibujo, o cualquier papel que tuviera a la mano, y comenzaba a plasmar unos bocetos que en su sencillez parecían cobrar vida propia y abandonar la prisión del papel. Hoy, a través de este video, la recuerdo con especial cariño.
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