domingo, 1 de septiembre de 2024

OPINIÓN del maestro Santiago Daydi-Tolson





Lástima de lenguaje

Lástima que la palabras muchas veces estén de más.

De más, porque no hay cómo usarlas para decir lo que se quisiera comunicar, lo que de veras preocupa. Son signos inútiles. Se dice entonces que faltan.

De más, porque se las usa en abundancia para no decir nada: sobran. Para mentir, para aparentar, para expresar la hipocresía.



Debió nacer el lenguaje de una necesidad práctica, de una urgencia. Y en un principio debió servir para comunicar lo imprescindible.

Fue en el principio.

En algún momento en el desarrollo de la humanidad se produjo el descubrimiento: las palabras no sólo pueden ser en algún momento ineficaces para la comunicación, sino que también pueden ser eficazmente contrarias al buen entendimiento.

Lástima que a veces las palabras falten y más lástima aún que tan a menudo sobren.


Tomado del blog "El artificio de la escritura", con permiso de su autor.



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