domingo, 17 de abril de 2011

SONETO A JESÚS SACRIFICADO

No hay un consenso con relación a la autoría de este fragmento literario de la Semana Mayor; la belleza del texto es incuestionable:
No me mueve mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tu me mueves, Señor, muéveme al verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera…
Tomado del Blog Semina Verbi, Abril 11, 2011

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