COMO UNA COMETA
No es un cuerpo
exangüe sobre el pavimento.
No es el despojo de un crimen atroz.
No es la presa que
engulle el Astaroth
acunado por nuestra indiferencia.
Es, en cambio, un puñado de historias
para recordarse.
Son historias que hoy alzan su vuelo
libres, despojadas para siempre
de su cárcel de barro.
Ilusiones de padres,
risas infantiles,
promesas de amistad,
primeros amores,
anhelados sueños de futuro.
Son historias preciosas
que hoy surcan los
cielos,
convertidas en cometa inaprensible
que el viento va llevando,
tras la turbulencia,
al precioso puerto vislumbrado
en sus primeros rezos de la infancia.
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