domingo, 24 de octubre de 2021

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

UNIVERSIDAD DEL PUEBLO

Según el presidente López Obrador, la UNAM se ha corrompido.  Coincide en fechas con la conmemoración del proyecto vasconcelista de educación nacional.  Vasconcelos fue el creador del lema de la UNAM: “Por mi raza hablará el espíritu”.  Fabio Moraga, experto vasconcelista, destaca que  la UNAM fue fundada como  universidad de la nación, del pueblo mexicano. Ahora, desde las mañaneras, el espíritu perdió su condición para volverse uno más de los desechos neoliberales tan satanizados.

De una u otra forma el presidente consigue captar la atención de todo México.  El problema viene cuando damos por sentado que su parecer personal y en ocasiones falto de apoyo documental, deba representar el sentir de todo el país.  Por lógica es imposible que quien habla durante dos horas cada mañana, pueda tener tiempo para gobernar y además para mantenerse debidamente documentado en la preparación de su siguiente discurso.  Hemos visto la cantidad de inconsistencias que se presentan en expresiones vertidas por el ejecutivo y varios de sus colaboradores cada mañana, con relación a tópicos de interés nacional.

Esta semana levantó ámpula al declarar que la UNAM se alejó de su misión original para convertirse en un bastión neoliberal.  De un plumazo pretendió desacreditar un proyecto educativo sólido, que ha sido reconocido no sólo en el país, sino a nivel internacional.  Hace casi cuatro años se presentó en su recinto un coloquio de nivel mundial denominado: “Los acosos de la civilización de muro a muro”. En éste participó entre otros, el intelectual Noam Chomsky.  El enfoque fue fundamentalmente  sobre el cambio climático y la forma como determinadas políticas de Trump estaban acelerando el  daño al ecosistema.  Se manejó en un ambiente por demás cordial, dentro del cual uno de los objetivos generales fue proponer estrategias para terminar con las diferencias y el rencor que existen entre diversas instituciones, para así fomentar el entendimiento.

Lawrence Krauss, creador de la iniciativa “Origins” contra el cambio climático, expresó en ese foro de manera acertada que, para que funcione una sociedad, tiene que estar informada.  Yo me extendería a considerar que la información tiene que provenir de fuentes autorizadas, de mentes preparadas para diagnosticar los problemas mundiales, proponer alternativas de solución y supervisar la aplicación de las medidas correctivas necesarias.  Las cosas no funcionan si las dejamos a la improvisación.  Entre mayor capacitación tengan los encargados, mejores resultados se obtendrán. Sin embargo, pareciera que, en el momento actual, dentro de nuestro propio suelo se van erigiendo muros ideológicos para dividirnos a los mexicanos, como si la idea fuera dibujar una cuadrícula social que nos va encerrando en pequeños grupúsculos que por razón de sus dimensiones pierden fuerza.  O, con algo de malicia, a ratos se antoja pensar que el propósito de confrontarnos y dividirnos sea en atención a esa máxima filosófica atribuida a Julio César: “Divide y vencerás”.

Noam Chomsky, lingüista reconocido a nivel mundial, habló del cambio climático, de las energías fósiles y sus consecuencias en este mismo siglo, que, a la vuelta de 4 años de su exposición en el 2017, ya se están presentando.  Hizo hincapié en lo que denominó: “la sexta extinción”, un proceso que se viene disparando debido a nuestra negligencia en el rubro ambiental. Habló de lo que dio por llamar “la tragedia de los comunes”, una consecuencia del capitalismo iniciado en  Inglaterra por Adam Smith, que deja de lado los intereses del pueblo a favor del enriquecimiento de los grandes capitales, lo que origina entre la población fenómenos como resentimiento, enojo y temor.

Tal vez esto sea lo que tanto señala el presidente López Obrador en contra del neoliberalismo.  Sin embargo, no se puede separar radicalmente la educación de excelencia del bienestar público.  No cabe el paternalismo en la capacitación de técnicos y científicos para sacar adelante un país.  Tan sencillo como esto: Ningún padre pondría a su hijo en manos de un médico que está preparado con ternura y cariño, pero sin los elementos científicos para resolver el problema de sus pacientes.  Necesitamos universidades de categoría mundial para alcanzar soluciones acertadas. Bien señaló Chomsky durante su exposición, que para conservar los bienes públicos se necesitan los medios para poder sobrevivir, y esos medios sólo se logran mediante capacitación en las diversas ramas del saber.

La buena educación cuesta, todos lo sabemos. Como mexicanos estamos dispuestos a que se tome de las arcas públicas  lo que se requiera para conseguirlo. Necesitamos estar conscientes todos. Por último, vale recordar que, por fortuna, la UNAM es institución autónoma.

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