Debajo del pasamontañas
un rostro se estremece con cada acorde.
En su pecho, bajo el traje camuflado
un espíritu se niega a abandonar sus sueños.
Ave que cruza el firmamento gris
negándose a sí misma.
Bajo la coraza del nacionalismo
palpita un corazón de niño
que aún sueña con sus juegos de infancia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario