domingo, 13 de septiembre de 2020

MENSAJE del Papa Francisco

Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir enojado a veces, pero no olvides que tu vida es la empresa más grande del mundo. Solo tú puedes evitar que se vaya cuesta abajo. Muchos te aprecian, admiran y aman.

Si recordabas que ser feliz es no tener un cielo sin tormenta, un camino sin accidentes, trabajar sin cansancio, relaciones sin desengaños.  Feliz no es sólo disfrutar de la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza. No sólo es celebrar los éxitos, sino aprender lecciones de los fracasos. No es sólo sentirse feliz con los aplausos, sino ser feliz en el anonimato.

La vida vale la pena vivirla, a pesar de todos los desafíos, malentendidos, periodos de crisis. Ser feliz no es un destino del destino, sino un logro para quien logra viajar dentro de sí mismo. Ser feliz es dejar de sentirse  víctima de los problemas y convertirse en el autor de la propia historia.

Atraviesa desiertos fuera de ti, pero lograrás encontrar un oasis en el fondo de nuestra alma.  Es dar gracias a Dios por cada mañana, por el milagro de la vida.  Ser feliz es no tener miedo de tus propios sentimientos.  Es saber hablar de ti.  Es tener el coraje de escuchar un "no".  Es sentirse seguro al recibir una crítica, aunque sea injusta.  Es besar a los niños, mimar a los padres, vivir momentos poéticos con los amigos, incluso cuando nos lastiman.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura que vive en cada uno de nosotros, libre, feliz y sencilla.  Es tener la madurez para poder decir: "Me equivoqué".  Es tener el valor de decir: "perdón".  Significa tener la sensibilidad para decir: "Te necesito".  Significa tener la capacidad de decir "te amo".  Que tu vida se convierta en un jardín de oportunidades para ser feliz ... Que tu primavera sea amante de la alegría.  Que seas un amante de la sabiduría en tus inviernos.  Y que cuando te equivoques, empieces de nuevo desde el principio.  Solo entonces te apasionará la vida.

Descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta, pero usarás las lágrimas para regar la tolerancia.  Utiliza las pérdidas para entrenar la paciencia.  Usa errores para esculpir la serenidad.  Usa el dolor para pulir el placer.  Usa obstáculos para abrir ventanas de inteligencia.  Nunca te rindas ... Nunca te rindas con las personas que te aman.  Nunca renuncies a la felicidad, porque la vida es un espectáculo increíble.

Agradezco a mi querida Vero este valioso aporte.

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