Tienes con qué, tienes un por qué, y si no búscalo por ahí en ese archivo de" los días que siempre quise vivir".
Sin que tengas que estar con o en donde soñaste, haz de lo que te rodea un sueño.
Haz magia con tu realidad y no esperes a que llegue alguien a hacerlo por ti, encontrarlo en uno mismo es la mejor opción.
Si se agrega a tu voluntad la de otros, ¡bienvenida! si no, que te resulte suficiente contar solo contigo, y si quieres aumentar tu gozo, comparte, con ése, con aquél, con quien no espera que lo hagas porque está tan encerrado en su tristeza que no puede encontrar una sonrisa más que en rostros ajenos.
Sonríe, goza, canta, porque "cantando se alegran cielito lindo los corazones".
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